Hoy os dejo una receta que está extremadamente deliciosa. Se trata de un plato que admite variaciones ya que las capas se pueden intercalar como se quiera y es ideal para que los niños estén entretenidos por su escasa dificultad.

Ingredientes:

Patatas

Queso en lonchas y queso rallado

Salsa de tomate

Bacón

Jamón York

Sal y pimienta

Nata liquida para cocinar

1 Huevo por cada 100 cl de nata

Elaboración:

Tengo que dejar claro que no he puesto cantidades porque vuelvo a repetir que este plato es muy sencillo y si no os gusta por ejemplo el jamón york y queréis poner más queso o bacón pues se puede sustituir sin problema alguno.

Simplemente saber que por cada cien centilitros de nata incorporar un huevo.

Comenzamos pelando y cortando en rodajas finas las patatas y las pochamos en abundante aceite. Una vez hecho este paso, las sacamos escurriendo bien el aceite y reservamos.

En el recipiente donde se vaya a hacer el pastel comenzamos poniendo una capa de tomate frito. A continuación y con cuidado de no quemarse ponemos la primera capa de patata. Después es cuando tenemos ya totalmente libertad de elaboración, simplemente tenemos que saber que debemos acabar con capa de patata y espolvoreando el queso rallado.

Para ligar este pastel vamos a utilizar la nata y los huevos. Recordamos que por cada 100 cl, un huevo. Salpimentamos y batimos todo bien hasta tener una mezcla homogénea y antes de poner la ultima capa de patata, se incorpora dicha mezcla.

El que os muestro a continuación lleva las siguientes capas: tomate, patata, bacón, queso, jamón york, patata y queso rallado.

Pre-calentamos el horno a 180 grados e introducimos el pastel, que tardará aproximadamente 25-30 minutos.

Ya sabéis que para comprobar si está hecho metemos una brocheta. Cuando no salga machada está listo para comer.