Éste es un plato clásico y de toda la vida.
La carrillera es un corte de carne, tanto en el cerdo como en la ternera, que corresponde a las partes grasas (concretamente a ambos lados de la cara). Pertenecen a la casquería.
Para este plato es recomendable emplear las carrilleras de cerdo ibéricas porque son las más adecuadas. Además necesitaremos: un pimiento verde, un pimiento rojo, una cebolla, una zanahoria, dos dientes de ajo, un puerro, un litro de vino tinto y aceite de oliva virgen extra.
Para empezar debemos limpiar las carrilleras quitándole todo el exceso de grasa que tenga. Si os resulta una tarea complicada podéis pedirle al carnicero que os lo haga y listo jeje.
A continuación se marcan bien por todas las caras, en el recipiente donde luego las vamos a guisar.
Limpiamos y preparamos las verduras. Las cortamos en trozos y las ponemos en un recipiente donde lo trituraremos con el vino tinto
Esta mezcla la echamos encima de las carrilleras y la llevamos a ebullición fuerte unos diez minutos, para luego bajarlo a fuego lento unas dos horas largas.
El indicativo para saber que la carrillera está hecha es meter en la carne algo con punta, ya sea un cuchillo, un tenedor o algo similar, y tiene que resbalar la carne y soltarse con una facilidad pasmosa.
Una vez que esto suceda ya estaría listo para comer.
Bom proveito.
